Los que aquel día de agosto de 1989 salimos de mañana a recorrer las viejas tenadas, no lo hicimos por puro romanticismo. Era necesario rescatar una historia de realidades y de personas. Esos tejados hundidos y esos montones de piedras no son sólo un modelo de construcciones que ya está a punto de desaparecer. Es también el fin de una raza de unos hombres y mujeres, que a partir de los diez años en muchas ocasiones, quemaban una parte de su vida cerrando las ovejas en las tenadas y durmiendo a la intemperie con una simple manta. Muchas veces sin poder saciar su apetito ni siquiera con pan y tocino. Ese día fuimos pocos a recorrer los campos a las siete y media de la mañana. Pero iban con nosotros unos ejemplares de una raza que ya no se repite. Allí estaba como muestra gloriosa; Esteban del Hoyo Carretero, Vicente del Hoyo Benito, Simeón Olalla Pérez y alguno más. Varios de nosotros no hacíamos más que escuchar asombrados sus historias increíbles. Conocían hasta el último palmo de tierra. Sobre cualquier piedra y bajo cualquier mata podrían escribir toda una historia. Dedicado a todos los hacinenses que, durante generaciones, parte de su vida la pasaron al lado de las tenadas, cuidando los rebaños de ovejas y cabras, soportando toda clase de rigores climatológicos, calores, fríos, lluvias, a veces sed y hambre. También con este trabajo un recuerdo permanente para las tenadas, ese tejido de sesenta edificaciones sencillas distribuidas por todo el término de Hacinas, que en su época cumplieron una función muy importante para la vida de los hacinenses y que en un espacio corto de tiempo, solo quedará el recuerdo de ellas, que este trabajo pueda servir para recordarlas y para que puedan situarlas las futuras generaciones. Antonio Cámara Antón |
Las tenadas son construcciones de uso ganadero, levantadas en las afueras del pueblo (términos comuneros), con la finalidad de encerrar el ganado lanar durante las noches, para protegerlas de las inclemencias del tiempo y de cualquier peligro para su integridad. En ellas se realizaban otras actividades, como el esquilado, la medicación o dar la píldora a las ovejas. El tener al ganado encerrado en las tenadas durante la noche, permitía poder recoger gran cantidad de basura de las ovejas, para usarla como abono. |
Antonio Cámara Antón nació en el pueblo burgalés de Hacinas en el año 1939. Transcurrió toda la infancia y la juventud en su pueblo natal, donde participó de la vida y tradiciones de su entorno, emigrando de joven a Barcelona, como tantos otros de su generación. Desde la distancia no ha dejado nunca de estar vinculado a la vida social y cultural de Burgos y de su localidad natal. |
REVISTA AMIGOS DE HACINAS nº 138, IV trimestre 2012
Revista SIERRA DE LA DEMANDA nº 40 - 04/01/2013
Prólogo PRIMERA PARTE. Las Tenadas de Hacinas (Burgos) SEGUNDA PARTE. Inventario
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Editor: Antonio Cámara Antón (2012) - ISBN: 978-84-615-8997-5 - DL: BU. 161/2012 |